Hubo una época en la que siempre que llegaba a casa me encontraba a mi padre viendo una película de Charles Bronson. Cuando le preguntaba porqué veía siempre lo mismo me contestaba: "Porque me gustan las películas que no te hacen pensar".
Sin duda el tipo de película que atiborró las pantallas de los cines en los años 80/90, y los canales privados en el siglo XXI. Género conocido -con cariño- como cine cutre, e interpretado por 'grandes' actores de la talla de Chuck Norris, Dolph Lunger, Steven Seagal, Van Damme o, por supuesto, Charles Bronson, un tipo que jamás mostró una expresión afable de cariño o de deseo en alguna de las 60 películas que interpretó. En definitiva, el hombre del verdadero rostro imprenetrable. Conocidos son sus papeles interpretando a brutales detectives, pistoleros, boxeadores, matones, y especialmente, su papel de defensor del "ojo por ojo"en obras como 'El Justiciero de la noche', 'Yo soy la justicia I y II', o 'La ley de Murphi'.
Pero, ¿cual es el lugar del "cine de pensar", cine de autor, o como queramos llamarlo, hoy en día? Realmente, poco podemos encontrar en las carteleras de los cines -perdón, de los multicines-, salvo posiblemente a horas intespestivas, circuitos secundarios, festivales, o directamente en el DVD.
Las grandes productoras han anclado definitivamente en el puerto del entretenimiento por el entretenimiento, donde la tecnológia juega a su favor con avances en sonido, digitalización, y recientemente 3D, para conseguir un espectáculo donde la imagen -nunca mejor dicho- vale más que mil palabras, y la calidad de los guiones, salvo contadas excepciones, cae por debajo del subsuelo.
No voy a ser yo el que critique la situación actual ya que me considero otro cautivo del cine de entretenimento, aunque cada vez me cueste más no salir decepcionado de la sala tras haber contemplado una gran sucesión de imágenes espectaculares. No tan lejos están los tiempos donde la espectación sí tenía una contrapartida real en la pantalla.
Ni que decir tiene que, fiel devoto de creencias paternas, sigo siendo un gran consumuidor del "cine de no pensar". Me metí hace unos días entre pecho y espalda una película del denóminado "terror con bichos de tamaño inferior al de un gato". Su nombre original, The Thaw, aunque la traducción al español es tan inefable como 'Terror bajo la nieve'. La película tenía el reclamo de contar en su elenco con Val Kilmer -realmente aparece en apenas 10 minutos de película-, que por cierto se ha dejado ir un poco según vemos en en su foto de IMDB.
Sin embargo el pasado fin de semana, comencé a ver algo llamado 'Engendro Mecánico'. No duré ni 10 minutos. ¿Me estaré haciendo mayor? ¿Empezaré a tener dudas con 'Independence Day' ,o con 'Starship Troopers'? ¿Me meteré entre pecho y espalda las 9 horas de Shoah como hice en su día con la trilogía de StarWars?
Sin duda el tipo de película que atiborró las pantallas de los cines en los años 80/90, y los canales privados en el siglo XXI. Género conocido -con cariño- como cine cutre, e interpretado por 'grandes' actores de la talla de Chuck Norris, Dolph Lunger, Steven Seagal, Van Damme o, por supuesto, Charles Bronson, un tipo que jamás mostró una expresión afable de cariño o de deseo en alguna de las 60 películas que interpretó. En definitiva, el hombre del verdadero rostro imprenetrable. Conocidos son sus papeles interpretando a brutales detectives, pistoleros, boxeadores, matones, y especialmente, su papel de defensor del "ojo por ojo"en obras como 'El Justiciero de la noche', 'Yo soy la justicia I y II', o 'La ley de Murphi'.
Pero, ¿cual es el lugar del "cine de pensar", cine de autor, o como queramos llamarlo, hoy en día? Realmente, poco podemos encontrar en las carteleras de los cines -perdón, de los multicines-, salvo posiblemente a horas intespestivas, circuitos secundarios, festivales, o directamente en el DVD.
Las grandes productoras han anclado definitivamente en el puerto del entretenimiento por el entretenimiento, donde la tecnológia juega a su favor con avances en sonido, digitalización, y recientemente 3D, para conseguir un espectáculo donde la imagen -nunca mejor dicho- vale más que mil palabras, y la calidad de los guiones, salvo contadas excepciones, cae por debajo del subsuelo.
No voy a ser yo el que critique la situación actual ya que me considero otro cautivo del cine de entretenimento, aunque cada vez me cueste más no salir decepcionado de la sala tras haber contemplado una gran sucesión de imágenes espectaculares. No tan lejos están los tiempos donde la espectación sí tenía una contrapartida real en la pantalla.
Ni que decir tiene que, fiel devoto de creencias paternas, sigo siendo un gran consumuidor del "cine de no pensar". Me metí hace unos días entre pecho y espalda una película del denóminado "terror con bichos de tamaño inferior al de un gato". Su nombre original, The Thaw, aunque la traducción al español es tan inefable como 'Terror bajo la nieve'. La película tenía el reclamo de contar en su elenco con Val Kilmer -realmente aparece en apenas 10 minutos de película-, que por cierto se ha dejado ir un poco según vemos en en su foto de IMDB.
Sin embargo el pasado fin de semana, comencé a ver algo llamado 'Engendro Mecánico'. No duré ni 10 minutos. ¿Me estaré haciendo mayor? ¿Empezaré a tener dudas con 'Independence Day' ,o con 'Starship Troopers'? ¿Me meteré entre pecho y espalda las 9 horas de Shoah como hice en su día con la trilogía de StarWars?
Dentro del ilustre elenco que enumeras se te olvidan a los "maravillosos" Bud Spencer y Terenci Hill que tan grandes y buenos ratos hicieron pasar a nuestros padres.
ResponderEliminarPero con lo que no estoy de acuerdo es que el cine de autor, independendiente o "de pensar" esté arrinconado. Por supuesto que no en lo vas a ver en los multicines y, desgraciadamente, Sevilla no es la ciudad ideal para mostrar inquietudes culturales más allá de su feria de abril y de la pasión de Cristo, pero aquí en los madriles con todos sus defectos aún tenemos media docena de salas que proyectan cine de autor y en versión original aún a media tarde.
Ah, y que no se te olvide que tienes www.filmin.es
Totalmente de acuerdo. El cine de autor (CdA) en Sevilla casi murió con los Cines Corona. Sólo en el Avenida se mantiene firme (+ la V.O.). De todos modos, calcula el porcentaje de salas de CdA en Madrid Provincia respecto al total. No te sale tampoco mucho... Al menos, eso sí, hay más.
ResponderEliminar... Y la Sexta. Estupendos ciclos de cine de Hong Kong, Chuck Norris... Entretenimiento puro y duro ;-P
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con José María en casi todo, pero al final en Sevilla, si rascas un poquito, encuentras algo. En Madrid esperemos no ir a peor...
Eso le decía yo tambíen, que algo había en Sevilla. Obviamente madrid por su tamaño, tiene que albergar más oferta.
ResponderEliminarPor cierto, he notado que en una de las cadenillas bastardas de la TDT (la 13, ó la 20, ó una de esas), ponen pelis de Jackie Chan de su etapa hongkonera. Que nivel!