No soy un aficionado al cine español. Actualmente, porque antes sí que iba a ver todo lo que sacaba Medem -hasta que llegaron sus producciones eróticofestivas-, las comedias de Fernando Colomo -divertidísimas-, o las primeras películas de Alex de la Iglesia -hasta el día en el que empezó a perpetrar '800 balas'-, por poner algunos ejemplo. Hay muchos más.
Hoy en día sólo sigo a Amenábar y no sólo por el talento creativo que desborda, sino porque se lo ha currado intentando llevar a nuestro cine al siguiente nivel de calidad. Y no, no creo que Almodóvar haya llevado nuestro cine a ningún nivel. Sólo ha conseguido que él, Penélope, y su visión de España sean más conocidos fuera de nuestro país. Del resto, películas dispersas que rompen con la rutina como 'Celda 211'.
Respecto a las series no puedo decir tanto. De pequeño no me perdía ningún capítulo de 'Curro Jiménez', pero prácticamente desde entonces no he visto nada más. Hoy en día, salvo excepciones, ni me molesto. Tengo mi ración semanal de risas con los comentarios divertidísimos de mi compañero de trabajo tras sufrir involuntariamente 'El Barco' lunes tras lunes. Aunque sería injusto si no valorara el esfuerzo que C+ está realizando por elevar la calidad con series como 'Crematorio' o '¿Qué fue de Jorge Sanz?' -esta última me encantó-, aunque no terminen de engancharme.
Pues bien, gracias precisamente a estos años viendo cine español podría decir que tengo cierta visión crítica de lo que se proyecta actualmente, o de las series que emiten por nuestras cadenas del 1 al 6, bueno, al 66 que ahora se han multiplicado como moscas. Sin embargo, el que yo no comulgue con algo no implica que hable mal de ello por el respeto que tengo hacía los que sí lo hacen, y menos públicamente. Y digo esto porque recientemente he leído un escueto artículo -titulado Tronos- de un conocido director/guionista de cine español y series de televisión acerca de una obra que se está vendiendo a bombo y platillo como el bombazo del año: 'Juego de Tronos'.
El artículo consta de tres párrafos. En el primero leo inicialmente una crítica velada del Peplum -cine de Romanos de toda la vida-, sin entender exactamente qué tiene que ver una cosa con la otra, y finaliza dando peso a una crítica de una revista estadounidense donde define la serie como "mierda cuasi medieval" -aunque no deja del todo muy claro que quería decir exactamente el autor de la crítica con ese comentario. Se indica también de pasada la existencia de multitud de críticas demoledoras.
En el segundo, trata como de no involucrarse banalizando acerca de una supuesta pelea entre admiradores y detractores del género, para finalizar con una frase en la que sitúa en el mismo párrafo -o supuestamente al mismo nivel- los libros de 'Harry Potter', 'El Señor de los Anillos', y por supuesto aunque no lo indique expresamente, 'Juego de Tronos'. Y con todo mi respeto por los admiradores del joven mago -yo también soy lector de sus novelas-, pero ciertamente no pueden meterse en el mismo saco las tres obras mencionadas.
Para finalizar, realiza esta vez sí una crítica al tratamiento del sexo en la serie con referencias a Playboy -dice incluso la palabra pene, ups-, y al exceso de sangre y muerte volviendo a definirla como "serie de época". Sinceramente, salen menos tetas de las que podemos encontrar en cualquier película española actual. Pensaba que ya estábamos todos acostumbrados. [Edito a 2/6: Ya tenemos la primera minga a la vista en el episodio 7!]
'Juego de Tronos' no es una "serie de época". Ni si quiera podría catalogarse incluso como Literatura Fantástica. 'Juego de Tronos' -y por extensión 'Canción de Hielo y Fuego'- es ante todo una obra épica de intrigas, traiciones, violencia y guerra en un contexto medieval que transcurre en un país inexistente, y donde la poca fantasía que encontramos se introduce con cuentagotas. Una serie de novelas que enganchan tanto a aficionados al supuesto género como a no aficionados, y cuya recreación televisiva, independientemente de que está sea más o menos fiel a la novela, o si va más o menos rápido contando la historia -hay que meterlo todo en sólo 10 capítulos-, rezuma calidad y buen hacer por todos los lados. Muy lejos de lo que nos ofrecen las actuales producciones nacionales en nuestra querida tele.
Evidentemente, no soy el más indicado para escribir un artículo como el de que les hablo por mi claro partidismo, aunque sí que he leído mucho de todos los géneros de los que bebe esta obra. Por esa misma razón, no entiendo cómo se puede realizar una crítica de algo que, para empezar, no gusta. Y ese sentimiento rezuma por todo el artículo. Posiblemente sean todos los géneros relacionados con la Literatura Fantástica los que no gustan al autor. Es más, diría -es una intuición- que conoce poco o nada de dicho género, e incluyo por supuesto a los cuatro libros de la serie. Por eso mismo pido al autor que no vuelva a meterse en esos berenjenales. Y si va a realizar una crítica de algo que no le gusta sea al menos imparcial, o en este caso, céntrese exclusivamente en analizar el producto televisivo en sí, sin sacar del armario el Peplum, 'El Señor de los Anillos', 'Harry Potter', Playboy, o las "tontas" peleas entre admiradores y detractores de uno u otro género.
Por favor, nadie le ha llamado por aquí, y nadie le espera. Váyase a casa y disfrute de los excepcionales créditos de entrada de la serie. Por cierto antes de irse, ¿ya le he comentado que me encantó '¿Qué fue de Jorge Sanz?'?

Respecto a las series no puedo decir tanto. De pequeño no me perdía ningún capítulo de 'Curro Jiménez', pero prácticamente desde entonces no he visto nada más. Hoy en día, salvo excepciones, ni me molesto. Tengo mi ración semanal de risas con los comentarios divertidísimos de mi compañero de trabajo tras sufrir involuntariamente 'El Barco' lunes tras lunes. Aunque sería injusto si no valorara el esfuerzo que C+ está realizando por elevar la calidad con series como 'Crematorio' o '¿Qué fue de Jorge Sanz?' -esta última me encantó-, aunque no terminen de engancharme.
Pues bien, gracias precisamente a estos años viendo cine español podría decir que tengo cierta visión crítica de lo que se proyecta actualmente, o de las series que emiten por nuestras cadenas del 1 al 6, bueno, al 66 que ahora se han multiplicado como moscas. Sin embargo, el que yo no comulgue con algo no implica que hable mal de ello por el respeto que tengo hacía los que sí lo hacen, y menos públicamente. Y digo esto porque recientemente he leído un escueto artículo -titulado Tronos- de un conocido director/guionista de cine español y series de televisión acerca de una obra que se está vendiendo a bombo y platillo como el bombazo del año: 'Juego de Tronos'.

En el segundo, trata como de no involucrarse banalizando acerca de una supuesta pelea entre admiradores y detractores del género, para finalizar con una frase en la que sitúa en el mismo párrafo -o supuestamente al mismo nivel- los libros de 'Harry Potter', 'El Señor de los Anillos', y por supuesto aunque no lo indique expresamente, 'Juego de Tronos'. Y con todo mi respeto por los admiradores del joven mago -yo también soy lector de sus novelas-, pero ciertamente no pueden meterse en el mismo saco las tres obras mencionadas.
Para finalizar, realiza esta vez sí una crítica al tratamiento del sexo en la serie con referencias a Playboy -dice incluso la palabra pene, ups-, y al exceso de sangre y muerte volviendo a definirla como "serie de época". Sinceramente, salen menos tetas de las que podemos encontrar en cualquier película española actual. Pensaba que ya estábamos todos acostumbrados. [Edito a 2/6: Ya tenemos la primera minga a la vista en el episodio 7!]

Evidentemente, no soy el más indicado para escribir un artículo como el de que les hablo por mi claro partidismo, aunque sí que he leído mucho de todos los géneros de los que bebe esta obra. Por esa misma razón, no entiendo cómo se puede realizar una crítica de algo que, para empezar, no gusta. Y ese sentimiento rezuma por todo el artículo. Posiblemente sean todos los géneros relacionados con la Literatura Fantástica los que no gustan al autor. Es más, diría -es una intuición- que conoce poco o nada de dicho género, e incluyo por supuesto a los cuatro libros de la serie. Por eso mismo pido al autor que no vuelva a meterse en esos berenjenales. Y si va a realizar una crítica de algo que no le gusta sea al menos imparcial, o en este caso, céntrese exclusivamente en analizar el producto televisivo en sí, sin sacar del armario el Peplum, 'El Señor de los Anillos', 'Harry Potter', Playboy, o las "tontas" peleas entre admiradores y detractores de uno u otro género.
Por favor, nadie le ha llamado por aquí, y nadie le espera. Váyase a casa y disfrute de los excepcionales créditos de entrada de la serie. Por cierto antes de irse, ¿ya le he comentado que me encantó '¿Qué fue de Jorge Sanz?'?